El almacenamiento adecuado del vino es fundamental para preservar su calidad y disfrutar de su sabor óptimo cuando llegue el momento de descorchar la botella. Uno de los aspectos más debatidos sobre el almacenamiento del vino es la posición en la que debe guardarse. En este artículo, exploraremos las diferentes opciones y las ventajas de cada una para ayudarte a tomar la mejor decisión para tu colección de vinos.
Excepciones en el almacenamiento del vino
Durante mucho tiempo, se ha considerado que la mejor posición para almacenar el vino es horizontal, con la botella acostada y el corcho en contacto con el vino. Esta posición se ha recomendado porque ayuda a mantener el corcho húmedo, lo que previene la oxidación del vino y evita que el corcho se seque y se agriete.
El corcho es un material cuya elasticidad y capacidad para sellar herméticamente la botella se ven comprometidas si no se mantiene húmedo. No obstante, es esencial que permita una ligera microoxigenación para evitar la aparición de aromas inadecuados, entre otras cosas. Además, la posición horizontal o ligeramente inclinada facilita la sedimentación de los posos en el vino.
Sin embargo, hay algunas excepciones a esta regla:
- Si se planea consumir el vino en un periodo corto de tiempo después de su compra, puede almacenarse en posición vertical.
- Las botellas con cierre de rosca o tapón sintético pueden almacenarse de pie sin inconvenientes, ya que estos no se secan ni agrietan como los corchos y no permiten la entrada de aire.
- Si la botella ya está abierta, puede conservarse en posición vertical.
- La excepción más importante la tenemos con las botellas de vino espumoso, como el champagne, que tienen corcho. Estas se almacenan típicamente en posición vertical para evitar el contacto continuo con el corcho y garantizar la calidad del vino. Además, así se evita que la presión de gas carbónico empuje el corcho hacia afuera.
Ventajas de almacenar el vino en posición vertical
Aunque la posición horizontal es la más comúnmente recomendada, almacenar el vino en posición vertical también tiene sus ventajas. Aquí te presentamos algunas de ellas:
- Ahorro de espacio: Almacenar el vino en posición vertical puede ser más conveniente en espacios reducidos, ya que requiere menos espacio de almacenamiento que la posición horizontal, lo que puede ser especialmente útil si estás construyendo una colección grande.
- Visualización de la etiqueta: Almacenar el vino en posición vertical permite una mejor visualización de la etiqueta, lo que facilita la identificación del vino sin tener que manipular la botella. Esto puede ser útil si estás buscando un vino específico en tu colección.
- Los vinos espumosos: El corcho si es natural contiene taninos los cuales provocan la precipitación de proteínas, pudiendo alterar la calidad de la bebida si presenta precipitados. Además, los corchos utilizados para los vinos espumosos suelen ser más anchos que los de otros tipos de vino, lo que garantiza un sellado adecuado durante un período de tiempo razonable.
En resumen, si bien la posición horizontal sigue siendo la más comúnmente recomendada, almacenar el vino en posición vertical puede ser una alternativa válida en ciertas situaciones, especialmente para vinos con tapones sintéticos o de rosca. Lo más importante es asegurarse de que el vino se almacene en un lugar fresco, oscuro y libre de vibraciones para garantizar su calidad y longevidad, independientemente de la posición en la que se guarde.